Influenciar es, definitivamente, parte de tu liderazgo, tal como lo es innovar, inspirar o fortalecer tu propio insight.
De hecho es una de las 4 dimensiones claves en las que debes trabajar (para que se siga incrementando) tu liderazgo, como competencia fundamental de tu bienestar, el de tu gente y el de la organización.
Pero… ¿dónde encaja, en esas 4, tu responsabilidad de ‘MOTIVAR a otros’?
En ningún lado.
Porque no es tu responsabilidad motivar a otros.
Sino crear el contexto para que tu gente DECIDA motivarse a sí misma – y llene su ‘copa de la motivación’, las veces que le haga falta.
Lo digo, lo creo, lo confirmo, una y otra vez.
Y cuando lo digo recuerdo 2 tipos de comentarios: los que dicen “No Alejandro, es MI responsabilidad motivar a mi gente” y l@s que… suspiran aliviad@s…
A los segundos no les quito responsabilidad, sino que les subo la vara.
Porque crear ese contexto que menciono no es tarea fácil.
Sin embargo – y a manera de resumen – no te diré lo que deberías hacer para generarlo, sino que te diré lo que suelo ver y que IMPIDE la creación de ese entorno saludable, creativo y memorable.
Por ahora van solo 2, pero consolidan negativamente el atajo a la apatía, la baja performance y la no consecución de resultados.
Esto es la vida organizacional desde adentro, prestá atención. No porque sea algo que nunca escuchaste, sino porque tanta obviedad podría estar, aunque no deliberadamente, fuera de tu rango de visión.
2 cosas que impiden la creación de ese entorno
1. Hazle ver a tu gente que aún no hizo todo el esfuerzo necesario, el que esperabas, por resolver algo o solucionar un tema.
Desilusión en puerta.
Pero no me refiero a ese perfil de colaborador que se ha convertido en expert@ en ‘delegar hacia arriba’ y que ha perfeccionado todos los mecanismos para evitar hacer un esfuerzo más, un centímetro extra… Me refiero a ese instante en que tu mentalidad sub consciente manifiesta que, para vos, ‘tod@s los miembros de tu equipo son iguales’, por lo que le decís, a una persona talentosa y comprometida, con años en la empresa y suma credibilidad, que “no ha puesto el esfuerzo por resolver algo”, que “ya no le importa como antes la empresa, “que esperabas alguna idea más inteligente” o que “a partir de mañana ‘si ella no está a la altura’ se lo darás a otra persona, que seguramente lo hará mejor”…
Atajo al desconcierto, desconsuelo y desmotivación obligada.
Otro caso:
2. Hazle ver a tu gente que esperás de ellos un Criterio, pero el mismo que tenés vos, para resolver un conflicto.
Cancelar la autonomía de otros nunca fue una buena decisión.
Pero no hablo de tus buenas intenciones de hacer reuniones, de hacer un poco de silencio mientras los escuchás y de crear un foro común …… Me refiero a cuando tu mentalidad (y/o fisiología + tono de voz) manifiesta que para vos todo aquello que no está alineado a tu manera de pensar o ver las cosas es menos que oportuno, por lo que subestimás el sentido común de la gente y terminás haciéndoles entender, con o sin palabras, que repiensen la idea ‘un poco mejor’…
Cuando domines – y encaminarte en el proceso ya será un logro en sí – estos 2 puntos – con un consciente esfuerzo de insight -, no solo demostrarás lo que implica ‘crear contexto’, sino que también, lo que estarás quitando, serán al menos 3 factores de desmotivación, a los cuales muchos de ellos posiblemente ya se hayan acostumbrado, tales como la inequidad, la intransigencia mental y la ceguera inconsciente.
Y esa (mala) costumbre no aportará nunca nada a tu equipo.
Es así. Tu gente no necesita tu “MOTIVATION REFILL”, sino la certeza de que ahí estarás cuando decidan arriesgarse a tomar una decisión nueva o compleja, cuando quieran pensar un par de consecuencias – o escenarios probables – a partir de esas decisiones, cuando algún nuevo o recurrente conflicto de valores los ponga a prueba, cuando alguna propia creencia limitante los frene (un minuto antes de liberar parte de su potencial) o cuando su emocionalidad no esté a la altura del desafío…
Ahí tenés que estar.
Y a los primeros, aquell@s que aún creen que es su ‘responsabilidad’ motivar a su gente, bueno, no los contradigo. Porque eso los hace sentir bien (a ell@s). Y eso tampoco es poco. Y quizás, a partir de su bienestar, la gente se contagie. Digo, en algunos lugares, con algunas personas… Apelo al beneficio de la duda.
Por ahora, vos concentrate en quitar esos factores de desmotivación y en crear el contexto; estarás fortaleciendo, te lo aseguro, el liderazgo colectivo.
Abrazo!
Alejandro