Vos y yo estuvimos ahí. Sabemos lo que significa la resistencia abierta, directa, políticamente incorrecta en medio de una reunión de Dirección.
Nuestros argumentos comienzan a flaquear, no por la falta de evidencia ni porque la necesidad del cambio haya mermado, sino porque hay alguien que se empeña con hacernos ver algo que no vimos – algo que es importante – pero que no habíamos considerado.
Le teníamos alguna especie de miedo a esa voz.
¿Cómo no haberla escuchado antes?
Ahora es un poco… tarde.
Ok, nunca es tarde, “pero este no es el lugar correcto para que me dejes en off-side” pensamos…
La persona se regodea con su manifestación contraria a tu iniciativa de cambio y sentimos – sabemos – que necesitamos una nueva oportunidad. Queremos irnos de ahí.
Y luego viene la conversación con nuestro jefe…
Ya sabemos de qué quiere hablar.
“Sí, deberíamos haber incluido la voz de esta persona antes” – le confirmas.
Pero nuestro cerebro, que siempre irá a lo seguro, nos había dicho: “no la sumes a la primera reunión, seguro que te saboteará el proyecto”... y le hicimos caso.
¿Es que no hay un punto intermedio?
Tengo una idea: ¿porqué no, por ejemplo, le presentas a esa persona mano a mano tu iniciativa, tiempo antes de la reunión, escuchas su postura y te bancas sus primeros misiles, para preparar luego tus argumentos de respuesta?.
Y por supuesto, agradeciendo su perspectiva, la invitas a la reunión – tienes que reconocer que hay otras que respetan y validan su voz [por conocimiento u obsecuencia].
Ojo, posiblemente te dirá “no sé si puedo ir” – tranquil@, irá – y luego avanzas, pero con la certeza inicial de que el máximo ‘bloqueo’ está, no solo en vías de ser neutralizado, sino también en vías de encontrar algo positivo también para él/ella/su área.
Este es tu trabajo.
Solo un tip inicial: tampoco juntes a 5 personas con este perfil, porque los negadores seriales se potencian entre sí y tampoco tendrías el mínimo márgen para proponer nada.
Maneja la tensión entre soportar golpes a tu ego, falencias de tu proyecto y ese gran desafío que es el involucramiento temprano.
Después de todo, esto es lo que hace a un buen líder, no?
Eleva tu influencia.
Y a vos, cómo te ha ido con esto?
Saludos!
Alejandro
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