Si hay algo que escucho (bastante) seguido en mis workshops, ya cuando estamos cerrando la sesión, es: “la verdad es que todo esto sirve para aplicarlo, no solo en la oficina sino también en mi vida personal” (y esto ocurre tanto en los cursos de venta como en los de liderazgo!)
Cambio de tema por un minuto.
Hace un año estuve acompañando a mi esposa en Lima, Perú, donde se graduó como Educadora de Padres Certificada en Disciplina Positiva (DP).
La DP es una poderosa guía desarrollada por la Dr. Jane Nelsen, que permite desarrollar en los niños la responsabilidad, el respeto, la cooperación creativa y otras habilidades y valores, de manera firme pero amable al mismo tiempo.
Allí, al finalizar, escuché que alguien decía “me llevo muchas herramientas, que creo no sólo me servirán en la crianza de mis hijos, sino que también podré aplicarlas en mi trabajo, como líder de equipo”.
Y allí mismo una idea en mi mente comenzó a gestarse…
Pero te agrego un tema más.
Según reportes recientes, como el de Ernest&Young, denominado: ‘Global generations: a global study on work-life challenges across generations / detailed findings”, demuestra que la cosa se complica cada vez más para todos aquellos que busquen conciliar su balance personal-familiar, manejar mejor sus tiempos y hacer que cada minuto con nuestros seres queridos prescinda del stress que acompaña a los trabajadores de hoy.
No tardé mucho en pensar qué pasaría si, en las empresas, se dieran vuelta las cosas, a nivel de entrenamiento, como para derribar ‘3 pájaros de un tiro’.
Digo, ¿por qué no enseñarle al ser humano real, detrás del empleado, estas herramientas, de manera que le permitieran ejercer mejor su rol de padre, influenciar e inspirar más a sus colegas de trabajo y, a su vez, alinear más a la empresa dentro del ámbito de las EFR (Empresas Familiarmente Responsables)?
Buscaríamos así que la persona disponga de técnicas efectivas para utilizar en ese “poco-mucho tiempo” que comparte con sus hijos, se nutra de herramientas de inteligencia emocional y neuroliderazgo para aplicar dentro de su comunidad laboral y, lo que no es menor, permita posicionar a la marca-empresa con fuerza e intención.
Y ME ENTUSIASMÉ CON LA IDEA.
Y pensamos en darle, con mi esposa, forma de Taller / Workshop.
Porque sus herramientas están muy alineadas con las que sé que funcionan (y brindo) en mi (Modelo Integral de Liderazgo 2020 – 4i), pero le suma cientos de ejercicios, dinámicas y técnicas que yo no utilizaba hasta ahora.
Desafío:
Si sos responsable de Recursos Humanos, bien vale que te preguntes 2 cosas.
- ¿qué es aquello nuevo que se podría hacer, de forma responsable, para comenzar a desarrollar y crear hoy a los empleados del futuro?
Sí, me refiero a esos niños o jóvenes de hoy, que en 10-15 años podrían ser parte de tu plantilla, tus próximos ‘millennials’ o como se los llame en ese momento. Pensemos en grande. Porque tener gerentes que no resuelven sus conflictos y los hacen crónicos, o que se sienten desvalorizados luego de un feedback, o que no participan en las reuniones de equipo o, que se niegan a lo nuevo, puede ser trabajado en los primeros años de vida.
- Si la competencia profesional YA ESTÁ PRESENTE en tu equipo, ¿cómo los ayudarás a fortalecer ‘el otro lado’, su perspectiva emocional, su costado menos técnico y más humano, de manera que sus habilidades de comunicación se eleven y modifiquen realidades?
Porque este tema, aunque muchos no lo admitan, los estresa, y la tendencia es creciente, lastimando su productividad, dañando su efectividad y desgastando su compromiso básico.
En la próxima nota te cuento más sobre estas herramientas de las que te hablo.
Quiero que todo esto haga de tu lugar, el mejor lugar para trabajar, impactando en indicadores de retención, compromiso y clima.
Alejandro