“No tengo mucho tiempo para estar con mis hijos y, cuando estoy, me las paso gritando o sigo conectado con mis cosas”
“No tengo tiempo para reuniones de oficina, mi gente tiene que estar en la calle pero, cuando lo tengo, en vez de generar conversaciones que inspiren y alienten, me las paso diciéndoles todo lo que hicieron mal”
Y después agregan…. “bueno, conmigo hicieron lo mismo y tan mal no me fue, no”?
Y si elevamos el standard?
¿Y si hacemos que cada minuto cuente?
Tu historia personal es tu historia, no la historia que tienes que repetir. Rescata lo mejor, lo que te hizo crecer y envía mentalmente a tu ‘carpeta de spam’ lo que crees, con tu juicio actual, que no era lo correcto.
Porque el peligro es que lo que crees que podría haberse hecho distinto se naturalice, para luego repetirlo y convertirse en una formidable o cruel excusa para desentenderte de tu responsabilidad adulta de mejorar esa versión heredada.
Quien lo hizo contaba con más o menos herramientas, con más o menos criterio, con más o menos conocimiento y/o sensibilidad.
Ahora es tu turno.
Sea con tu hijo, niño al que cuidas o miembro de tu equipo.
Las analogías son inmensas, pero, en este workshop, nos orientaremos a la CRIANZA de los niños.
Lo hacemos porque de adulto, en entorno laboral, se repiten las conductas aprendidas de niño. No es teoría, es práctica, es expansión de conciencia y es, simplemente, una manera de cumplir con aquello que – dicen – uno vino a hacer.
Y porque estamos comprometidos con ayudar a una Fundación que merece tener un lugar para muchos.
>> 7 reuniones, 2 horas cada una, al menos una herramienta para que te lleves, para implementar inmediatamente.
Te esperamos allí, inscríbete desde aquí!
Nos estamos viendo,
Alejandro