Hasta hace poco, implementar un plan de capacitación requería una buena dosis de planificación logística, interacción continua con las áreas clientes, conocimiento de proveedores de soluciones en capacitación, inclusión oportuna de workshops corporativos a la agenda anual y evaluaciones grado 2, al menos para validar que se había aprendido.
No es que esto no sea importante hoy.
Pero es lo mínimo. Es necesario, pero no suficiente. De hecho estarías en peligro si aún confiaras, únicamente en eso, como evidencia para agregar valor.
Te cuento lo que está y/o lo que se viene.
Comienza a pensar en estas 5 tendencias que llegaron para quedarse:
- Debes convertir en hábito el optimizar tu presupuesto de capacitación apoyándote en la tecnología y las plataformas digitales: interactividad, capacitación al propio ritmo y “en-todo-momento-y-en-todo-lugar”, es lo que se viene (tendrás que lograr que la gente QUIERA ver un módulo de capacitación como si fuera su serie favorita de Netflix, con su dispositivo móvil, un usuario y una clave). Digo, “que consuman todo lo que quieran, tan rápido como puedan” es el éxito de esta empresa, y también puede ser tu estrategia. Solo que en vez de episodios de 40′ que sean de 2′, sobre algo que realmente les sirva. Te lo agradecerán;
- Debes convertir en hábito el educar internamente en el uso intencional de apps de interacción social y de redes; la nube, los videos, los blogs, twitter.. mucho de esto la gente ya lo usa (bueno, en mi experiencia menos de los que uno cree), pero como compañía aún no se aprovecha el potencial de estos canales – de hecho en algunas empresas todavía está prohibido el libre uso de Internet, dentro de horario de trabajo;
- Debes convertir en hábito el alinear tu plan de capacitación con la estrategia corporativa (y también deberás ser veloz en adaptarte si esta última cambiara, por alguna razón, 3 meses después…). La previsibilidad es un lujo. Las certezas, a nivel organizacional, son cada vez menores. Sino pregúntale a tu CEO o dueño del negocio sobre su percepción del ‘largo plazo’. Por lo tanto, desarrolla la gimnasia de re-enfocar antes de que te pidan que lo hagas;
- Debes convertir en hábito el mirar como interactúan los equipos inter-áreas, ya que la organización en sí debe ser re pensada como una red de equipos: con esto digo que la COLABORACIÓN, dentro de una cultura digital, comenzó a trascender al ‘trabajo en equipo’, llegando a ser lo que hace la diferencia – y ya no algo que sería ‘lindo’ que sucediera entre la gente;
- Debes convertir en hábito el medir la efectividad de la intervención de capacitación – y no se trata de que los asistentes a un curso “sepan lo que deberán hacer distinto la próxima vez”, sino de que modifiquen explícitamente el comportamiento disfuncional o que sigan la secuencia correcta explicada, cuando sea el momento (aquí el coaching del jefe se vuelve, por lo tanto, tu target real). Por lo tanto, mide, porque luego tendrás que explicar cómo lo que hiciste impactó en los resultados del negocio.
Nada de esto quita o reemplaza los workshops 1:1 y la emoción de un feedback final que explique por qué uno a veces da más por la empresa y el proyecto que lo podría explicar. Pero todo tiene ver con disponer de distintas opciones, complementarias, de alta calidad. Si la calidad está, todo sirve.
Ok, espero que te sume, es solo algo de lo que voy viendo en el día a día…
— Alejandro
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