No dejes que yo te motive.

Ni nadie. 

Porque la motivación genuina, auténtica, legítima, esa que te permitió lograr todo lo que ya has alcanzado hasta hoy, vino, viene y deberá seguir viniendo, de ti. 

  • ¿Dudas cuál es el nuevo camino a seguir? – genial, quién no!; pero en breve eso te ayudará a que aprendas a dilucidar efectiva y definitivamente dilemas recurrentes
  • ¿Dudas si este es el ‘momento justo’ para avanzar con tu idea o proyecto? – es normal! – quizás hace tiempo tienes esa incertidumbre en tu cabeza -; pero en breve podrías darte cuenta de que no hay un solo momento perfecto.
  • ¿Dudas si estarás a la altura del desafío? – típico, porque es una zona desconocida! – pero en breve podrías estar distinguiendo los miedos que te advierten de los miedos que te limitan.

Es decir, si bien digo que no busques la motivación en alguien más, SÍ permítete la apertura necesaria como para dejarte INSPIRAR, SEDUCIR, con hechos o palabras de otros que conecten con tu corazón y con tu mente. Una vez en ese estado, toma una decisión: de esperar o de dar un paso adelante, uno nuevo u otro más, pero se TÚ QUIEN DECIDA, a partir de ahora, MOTIVARSE.

Porque hacerlo te fortalece.

Es tu derecho, te pertenece; no lo tercerices. 

Y por ende, tampoco creas que es tu responsabilidad “motivar” a tu gente; digo, si tienes gente a cargo; tu trabajo es crear el contexto para que ellos, ellas, DECIDAN motivarse. No tienes que hacerlo tú.

Sé congruente en ambos flancos.

Todos nacemos con una dosis suficiente de motivación que permanece en modo ‘piloto’, a menos que decidamos migrarla a otro estadío. Y es nuestra lectura del contexto, las circusntancias y los desafíos lo que hace que la vayamos pasando de ese estado natural a mínimo, de mínimo a medio y de medio a máximo. Encuentra esa perilla interior y muévela. O ayuda a que otr@s la encuentren. Pero no hagas el trabajo por ell@s; tienes que ocuparte de ti mismo. Si lo haces – perdón, cada vez que lo hagas -, transferirás energía que contagiará – lo cual siempre vuelve y se multiplica-.

Y más aún en una posición de jefatura, gerencia o supervisión: tu mayor responsabilidad como líder es crear más líderes, NO ‘motivarlos’, no te confundas ahí. 

Ahora, ¿quieres ayudarlos a que tomen esa decisión? Ok, eso sí es tarea tuya. Tomate unos minutos con ell@s y escucha sus emociones, comprende cómo piensan, a qué aspiran y a qué le temen; lee entre líneas, escucha con la vista, estate presente, explora algunas premisas que dabas por ciertas y propone ideas; luego, mira que sucede…

Te mando un abrazo y vamos por todo en 2020!

Alejandro

Ps. Trabajemos juntos el Plan de Capacitación 2020; descargate el brochure, mira alguna opción que encaje con tu necesidad y hablemos de estrategia, contenidos y logística: