Este año veo 3 premisas que dan sentido al diseño:
- Ningún módulo o área de capacitación debe estar aislado de los demás, si es que que queremos buscar un alto impacto con el entrenamiento;
- Como la ‘agilidad del distanciamiento’ se profundiza, toda iniciativa que potencie los vínculos, la inteligencia emocional, la contención y los valores compartidos, será recibida con mayor compromiso;
- Mientras la presencialidad no se haga ‘presente’, las dinámicas directas, cortas, útiles, prácticas, interactivas, serán la norma.
Y veo 4 puntos claves que deben custodiar los responsables de capacitación:
- Crear una ‘arquitectura anual de impacto’, es decir, definir cuáles son los impulsores comerciales que se necesitan para hacer crecer la organización – y desarrolla luego líderes que puedan generarlos y sostenerlos;
- Mantenerse cerca de sus líderes, ya que el 2020 podría haber disminuido sus índices de auto confianza, en cuanto a su capacidad de empatía o desarrollo de equipos virtuales: digo, deben provocar conversaciones que generen conciencia sobre estas competencias – normalmente bien percibidas – pero que podrían haber sido impactadas por la sumatoria de múltiples frentes que enfrentaron bajo presión en 2020 (y no se los dirán por ellos mismos)…
- Enseñarle a todo colaborador dónde están esos podcasts, blogs, videos que más podrían servirles, en función de los resultados que buscan. Sí, curar los mejores contenidos y permítirles que accedan a ideas y disparadores de confianza. Se les está acabando el tiempo de hacerlos por ell@s mism@s. Así que no deben dejar que se abrumen por la oferta reciente, solo deben decirles a quién seguir. Crear un kit de sites recomendados con, exactamente, lo que necesitan, podría ser una buena idea.
- Y por último, antes de entrenar a los demás, deben pensar en sí mism@s como líderes. Ya no se trata del trabajo que hacen en la organización, sino que tiene que ver con quiénes son y cómo piensan. El momento llegó. Mientras entrenan a los líderes en sus organizaciones, su propio crecimiento estará en juego. No solo se trata de elegir el mejor proveedor o seleccionar la mejor sala para la capacitación. Se trata de que mejoren su manera de pensar y actuar, intencionalmente. Que pongan atención a la manera en que expanden sus propias fronteras, arriesgan algo más, aprenden sobre la marcha y adoptan nuevos hábitos de productividad. Si hay una ‘agilidad’ que deben custodiar es la que tlos lleve a pensar más estratégicamente.
Así que aquí tienes este Brochure de Capacitación para DESCARGAR, para que luego calibremos, implementemos y traduzcamos en resultados. Tal como lo vengo haciendo con mis clientes hace años. Si te gustó, dejame un mensaje, pronto estaremos en contacto!
Saludos! Alejandro
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