La Intención Focalizada raras veces se manifiesta tan claramente como quisiéramos. Por eso, a uno le cuesta reconocerla cuando está sucediendo. Pero si hay algo que aún es peor que no ser consciente de dicha manifestación es, sin duda, aburrirla con excusas para no tomar Decisiones que deriven en Acciones. Porque cuando esto sucede, cuando emerge y es obviada, la Intención se vuelve apática, comienza a dar vueltas sobre sí misma y termina largándose, hasta la próxima vez en que quieras escucharla…
Yo no sé cómo definir correctamente y con palabras a esa intención, pero sé que la he sentido. Y tú?
Me animaría a hacerlo como una inspiración que nos seduce, una combinación de pensamientos y emociones que nos abre una ventana virtual para oxigenar el minimalismo del día a día. Debe lidiar como siempre con trabajo por hacer, mails por enviar, reuniones por asistir y cosas por comprar, todas distracciones necesarias que invaden el espacio creativo, disminuyendo la voluntad de buscar y hacer algo diferente. Pero, la idea, es de una vez por todas dejarla trascender: ella sabrá cómo reducir cualquier deseo tuyo que implique mantenerte dentro de umbrales cómodos.
Amigo, amiga: es tiempo de moverse. Tiempo de contagiarse de quienes hacen, saben cómo hacerlo y te desafían a que muestres lo mejor de ti misma/o. Seguramente no será la primera vez: recuerdas la última vez que estuviste ‘inspirada/o’? ¿Qué surgió después de eso? Recupéralo, para poder renovarte.
Te espero en mi workshop, para que sea también el tuyo.
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