Puede que estés familiarizado con esta serie de Netflix que, sin ‘spoileartela’ mucho, se centra en la historia de un miembro de poco rango del gobierno de Estados Unidos (Kiefer Sutherland), quien debe asumir como presidente de ese país luego de que una explosión matara al resto de los políticos que lo precedían en la línea de sucesión.
Sí, le tocó ser el ‘sobreviviente designado’.
Cuando digo que ‘debió asumir’ es porque fue sin más aviso que un protocolo, de la noche a la mañana, sin preparación previa…
Claro que siempre cabía la posibilidad, estaba en el juego, no era ingenuo, pero igual, las chances de que le tocaran a él eran muy bajas…
Ok, lo mismo me pasó hace unos años, podría pasarte, en el ambiente corporativo.
(No te designarán presidente, me refiero a la sorpresa de enterarte, de un minuto a otro, que deberás liderar y hacerte cargo de algo importante para lo cual no estás preparad@)
Por eso te voy a contar cuáles son las 2 cosas que tenés que hacer, intencionalmente, para superar el momento y generar una percepción positiva sobre vos y tu mensaje, en ese momento clave.
Contexto en breve
Te llega un mail: “reunión el viernes, tema Presupuesto, a las 11 hs en la sala de reuniones” (‘si la reunión es allí, debe ser algo importante’, pensás…). Mirás quiénes están copiados… Los 8 Gerentes. Bien. Tu jefe enterado. El reporte listo. Un trámite…
El apuro
10:30 hs, llega un w-app de tu jefe. Pensás que es sobre algo que le preparaste en el PPT. No. No es para eso. Sino para avisarte que no podrá asistir por una cuestión personal y de fuerza mayor. Te deja al mando.
¿‘Suspendemos y cambiamos la fecha de la reunión’? – le preguntás, tratando de que no se note lo que tu mente ya te está advirtiendo: cuidado que podrías ser vos el speaker designado…
‘NO, ya no podemos suspenderla, presentala vos, usá el reporte que me enviaste, después me contás’
Silencio. O un ‘ok’ susurrado. Tu mente a mil. Solo faltan 30’…
Bienvenid@ al club. Sí, a mi también alguna vez me pasó. Te comparto entonces algunas lecciones aprendidas.
Lo primero que me gustaría haber sabido es que esto podría pasar, tarde o temprano, así me iba preparando.
Amig@, si estás en carrera, esto te va a pasar, repito? te va a pasar, por lo que es tiempo de que te empieces a preparar ahora.
1. Para empezar, recordá estos 2 tips:
TIP #1: uno suele creer que prepararse es un desafío unidimensional: ‘conocer la info’, cuando la experiencia te dice que tu preparación debe integrar 3 dimensiones: mental, física y emocional.
¿O crees que para ganar un partido de tenis te bastará con solo conocer, de punta a punta, las reglas del deporte?
No es muy distinto en una sala de reuniones, el cual será ahora tu campo de operaciones.
Primero lo primero: hacé 3 cosas:
- repasá una vez la presentación (pero recordá que tu valor pasará por convertir todo dato en información útil) > MENTE;
- mantenete livian@, ágil y estéticamente presente (no comas nada pesado antes de la reunión, ni medialunas ni gasesosas; tampoco subas por las escaleras para llegar antes – no es el momento -) > FÍSICO;
- pensalo como una oportunidad (sacá 2 variables de la ecuación: dejar bien parado a tu jefe y a tu ego); luego, enfocate en lo que quisieras que la audiencia se lleve luego de tu presentación y poné tu energía ahí (recordá como suele presentar tu Jefe y replicalo (solo si es un buen ejemplo) por esta vez, pero con tu propio estilo y naturalidad, siempre conectando con la gente, de a un Gerente a la vez) > EMOCIÓN.
2. Y evitá esto, que es fundamental:
- No sobreactúes: si bien es una oportunidad y un desafío, te llegó por casualidad, como dijimos. No te preparaste lo suficiente para esta ‘audición’. No te agrandes. Porque si hay algo que le molestará a la gente – gerentes- que te estarán escuchando, no será “que no sepas en que slide está el dato que te están preguntando”, sino que te vean en ‘modo superad@’, como si para vos eso que está sucediendo no te importara, lo tuvieras controlado y estuvieras acostumbrado.
Ellos saben a lo que te estás enfrentando pero no te lo dirán.
Puede que les hagas recordar a ellos mism@s tiempo atrás.
Se humilde, pero demostrá autoridad.
Si tu jefe te puso al mando es porque confía en vos (si no lo hiciera hubiera cancelado la reunión, directamente).
No podés hacer menos. Estate allí al 110%.
Tu actitud, esta vez, es lo que impregnará su percepción. Si no sabés algo, sacá la carta blanca que tenés a disposición, justamente por no ser ‘el Jefe’.
¿Y mi sugerencia final?
Disfrutalo.
A nadie echaron por dar una mala presentación (de hecho las compañías se quedarían sin gente :))
Liderá tu presente.
Abrazo grande y buena semana!
Alejandro
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