Creo que hay dos vertientes: vamos a verlas.
La energía que (te) movilice a un cambio podría provenir de dos vectores:
- del cansancio o fastidio con un estado actual – tu estado actual – el cual no estaría alineado con tus expectativas internas;
- de la visualización de un futuro diferente, lo suficientemente seductor como para movilizar tus impulsores de movimiento y acción.
En ambas te pongo como actor / actriz principal. Es donde uno puede sentirse al control de su propia vida.
Pero también podría ser que el cambio provenga de AFUERA, es decir que, si bien no fuiste pioner@ de tu cambio, alguna modificación de las variables del contexto (cambio de jefe, posición, pareja, etc) libere algunas de tus fuerzas internas adicionales – con las que creías que no contabas -.
Pero ese cambio externo solo lo podrás percibir estando bien atent@.
Contame si tuviste hace poco esa ‘sensibilidad’ como para detectar aquello que es necesario para movilizarte.
Saludos!
Alejandro
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