Fíjate que digo ‘compraron’, y no: ‘les vendiste’ tu idea. Bravo. Es una sutil diferencia pero, si ellos creen que la compraron, habrá más posibilidades de que la sigan apoyando. Tu gasto de energía de aquí en adelante será menor.
Entonces: supongamos que te dieron luz verde para que avances con esa capacitación para la fuerza de ventas que siempre quisiste, ese programa de mentoring que ya querías lanzar el año pasado, esa encuesta de clima que sabes te dará la información básica que necesitas para focalizar tu intervención o, por suerte, liberaron por primera vez algunos pesos para esos ‘desayunos mensuales‘ que tú sabes elevarán las competencias (o al menos la conciencia) de los jefes, en temas de liderazgo…
Si suponemos bien, ahora es tu turno. Es TU tiempo de brillar. De mostrar por qué elegiste la carrera de HR. De demostrar por qué lograste alcanzar un lugar en la mesa del Directorio. Esa silla ya es tuya. Ahora están esperando y quieren que justifiques por qué deberías seguir mereciéndola.
Sé que eso no te asusta, pero
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…vamos despacio, de manera que cuides algunos flancos que podrían quedar al descubierto en virtud de la energía que podrías tener acumulada. Atrás quedaron las reuniones y visitas sobre otros temas que no te importaban tanto y consumían tus fuerzas, tu tiempo y tus conversaciones. Esto es otra cosa.
Compartamos algunas conversaciones que ya tuve
Basado en mi experiencia y observación de otros colegas tuyos que pasaron por lo mismo, mis principales 4 consejos – antes de meterte de lleno al proyecto -serían…
Definamos perspectiva como la capacidad de hacer un alto, disociarte de tus propios intereses por un momento, subir al balcón, mirar lo que sucede, volver a mirar, pensar, ver opciones y luego, arribar a una decisión.
¿Por qué digo esto? porque en el apuro de arrancar a toda marcha y empezar a mostrar ‘resultados’, podrías perderte de ver ciertas señales que, si bien no son obvias a primera vista, gritan por atención. Piensa: tú esperabas este momento, pero también… tu equipo. O tu jefe. Ellos también podrían querer que su voz sea oída. Y tú tienes la oportunidad de involucrarlos. De sinergizar tu voz con la de ellos. Y por más bueno que seas, en mi experiencia, la inteligencia colectiva siempre supera al talento individual. Nadie suele ser más inteligente que la suma de las inteligencias colectivas. Un poco de humildad, ahora que la ‘pelota está de tu lado’, te legitimará como líder del proyecto, sin que tengas que pedirlo. Sólo se trata de hacer una pausa, escuchar la voz de otros, juntar información y luego avanzar. Recuerda que ese ‘balcón’ del que te hablo puede estar en diferentes pisos, y tu puedes llegar al 2do y algún colega al 5to, con una visión más amplia, que podría servirte. La diversidad te protege, aunque tu ego diga lo contrario…
Con esa perspectiva en mente, la excelencia en tu diseño de solución comenzará a marcar el camino, guiará a otros y simplificará la comprensión del proyecto. Si ya has liderazgo proyectos, estás en la tuya. Y si aún no lo has hecho, te daré un consejo que se le podría escapar al mejor Project Manager: haz todo lo posible para que los beneficios alcancen a la mayor cantidad de áreas posibles; haz lo posible para que las esquirlas del resultado positivo del proyecto salpiquen a cuanto manager puedan y que los créditos por la gran experiencia tenida sean el ‘buzz’ que trascienda el momento de ejecución. Si lo haces, muy posiblemente antes de terminar este proyecto ya estará en carpeta otro para que continúes! Recuerda que los fracasos son huérfanos y los éxitos tienen miles de padres. Empezar y cerrar el proyecto en forma efectiva es tu meta primera, enfócate, no te engolosines con el almíbar del aplauso.
Presta atención acá: puede que sientas la tentación de hablar de leadership frameworks, engagement, empowerment, gestión del talento, onboarding…y cuanta otra cosa sabemos que existe en nuestra jerga. Pero es como si alguien de Sistemas te empezara a hablar en “lenguaje JAVA con hiperlinks en la nube…” Imposible de seguir. Ya lo decía Steve: ‘la simplicidad es la mayor de las sofisticaciones’. Por eso, no pierdas esta oportunidad y luz verde que has ganado para brillar hablando de temas que sólo tú entiendes. Vincula el resultado que esperas con el que está pidiendo a gritos el negocio. ¿Vienes de un momento de conflicto y se precisa aquietar las aguas? Allí está tu conexión. ¿Los niveles de rotación son altos? Eso es lo que importa. ¿Hay una fusión en puerta y precisas llevar calma a la tropa? Para eso lo haces… ¿Se entiende? No es un proyecto de HR, es una herramienta para el negocio lo que estás gestando.
Llegará el momento de tener que presentar lo que hiciste…y nada peor que no contar con un punto de partida comparativo, peor aún si lo que conseguiste fue muy bueno. Quiero que este último punto se te haga un hábito, lector, ya que si no… deberé repetirlo en cada post (J)!
Hazte el hábito de mostrar tu trabajo, de vender tu efectividad, de demostrar las herramientas que utilizas, de mejorar continuamente. No sólo porque si lo haces demostrarás una lógica de pensamiento y acción, atributo de todo líder (¿viste algún líder imprevisible acaso?), sino porque no es muy común que otros managers (y estarás dejando una huella, sutil, que te diferencia). Estos son los reportes que sirven, y no solo para los demás, sino para ti mismo – y tu equipo -.
En resumen, te ganaste la confianza, no la des por ganada. Se te podría desvanecer ante cualquier descuido. Defiéndela. Demuestra porqué estás donde estás y exuda integridad, intención, conocimiento y resultados. Y por supuesto, tu pasión por hacer que las cosas sucedan. Si lo haces, cuidando los cuatro factores anteriores, querrán que lo sigas haciendo. No lo dudes.
Alejandro
Ps. ¿Tienes algún consejo o idea para compartir con aquellos que están por encarar un proyecto de importancia luego de algún tiempo de transición?
Recuerda: Me reservo el derecho de no publicar comentarios tóxicos o con falta de ética.